miércoles, 6 de septiembre de 2017

13º MENUDAS NAVIDADES NOS ESPERAN...

ESTA ENTRADA SE LA DEDICO A UN ANGELITO DE SEIS AÑOS LLAMADO JOSÉ MARÍA.





 

JOSÉ MARÍA EN UN MARAVILLOSO NIÑO CON SINDROME DE DOWN, ESE CROMOSOMA DE MÁS QUE LO HACE SER  EXTRAORDINARIO Y ESPECIAL, PERO NO INMUNE, AL  CONTRARIO, ESTÁ DÉBIL, POR ESO, ESTA PASANDO POR UNA MAL MOMENTO, Y NECESITA DE NUESTRA AYUDA.
ESTA LUCHANDO CONTRA LA LEUCEMIA Y COMO YA ESTÁ EN MANOS DE LOS MÉDICOS, VAMOS A DARLE NOSOTROS UNA MANITA REZANDO POR ÉL.
SE QUE NO TODOS SERÉIS CATOLICO, PERO SEGURO QUE TENÉIS UN PAR DE SEGUNDOS ANTES DE IROS A LA CAMA PARA PENSAR EN JOSÉ MARÍA Y DESEAR QUE SE MEJORE.
PERO AÚN ASÍ SEGURAMENTE EN VUESTROS CONTACTOS DE LAS REDES SOCIALES TENDRÉIS MUCHO CONTACTOS DESEANDO INCLUIR A JOSÉ MARÍA EN SUS ORACIONES.
POR ESO NO DE DEJES DE COMPARTIR ESTA ENTRADA PARA QUE LLEGE LO MÁS LEJOS POSIBLE.
MUCHAS GRACIAS A TODOS.


Una vez más como ya era costumbre, volvían a hacerle otra ecografía con la Dr. M.
Para sorpresa nuestra esta vez Matías ya no tenía la mancha en la cabeza, pero la tenía en los pulmones.
Yo seguí insistiendo, no me quería dar por vencido y volví a preguntar que si había alguna posibilidad de que sobreviviera. La doctora me decía que era una situación muy grave, aunque la mancha de la cabeza se había ido, los pulmones los tenía muy encharcados.
Pero yo le decía que si le había desaparecido la mancha de la cabeza podía ser que también desapareciera la mancha de pulmón, me decía que no lo creía, que era muy difícil, y que no insistiera, que pensase  en lo peor  que era muy difícil que todo saliera  bien.
Bueno pues nada a la habitación.
Iván no insistas más, Matías se muere y no hay nada que hacer, olvídate.
Pues nada como cada dos días, una eco más y a esperar que pasarán dos días más para otra eco, mientras tando un día más que ganamos para María.
Ya en hospital, la estancia se hacía pesada, sobretodo para mi mujer que la pobre tenía que estar en reposo absoluto y no podía ir al festival de Navidad del colegio de nuestra hija y eso le daba una muchísima pena a mi mujer. Nunca ha faltado a ningún festival de nuestros hijos.

Bueno pues el Dr. I nos trajo al hospital el disfraz de rusa y no veas cómo se puso de contenta mi hija Celia, que enseguida se lo tuve que poner, que graciosa que estaba... y guapa.


A lo contrario de mi mujer, que cada vez estaba más triste por perderse el festival de Celia.

Dos días más ganados para María y a por otra eco.
Lo primero centrase con María y todo fenomenal y siempre cuando nos tocaba Matías, te esperabas lo peor, que si se habría muerto, que si manchas en la cabeza, pulmones...
Pues nada, esta vez ni mancha en la cabeza, ni en los plumones, esta vez lo que tenía era el cordón umbilical aplastadito y eso le impedía que se alimentase y por lo tanto que no se formasen bien sus órganos.
Pero otro día más para María.

Llego el día del festival.
Deprisa y corriendo al cole de Celia para vestirla y coger buen sitio para ver la actuación.
Ese día conocí a la mujer del Dr. I, que fue quien compró el disfraz de rusa para Celia y la verdad es que me equivoqué, poco cuando os dije que era un encanto de madre.
Intenté hacer un directo para que mi mujer lo viese, pero no se podía ver bien.
Le grabé un poco y le hice muchas fotos para mujer, y mi cuñado que estaba conmigo también le mandaba fotos.

Yo, ya estaba de vacaciones y lo niños ya no tenían colegio y como no queríamos que estuviesen todo el día en el hospital, miré de hacer algo con ellos. 

Como ya estábamos en Navidad pensé que sería buena idea ir al circo, se lo dije a mi mujer, le pareció una idea fenomenal y nos pusimos a ver para que día compraba las entradas.
Pues como este año la cena de nochebuena la íbamos a pasar en el hospital, decidí comprar las entradas para ese tarde, para que los nenes no se cansaran mucho del hospital.
Llego el día 24/12/2016 y cogí a mis dos hijos pequeños Marc y Celia, 




Nos fuimos al circo, no lo pasamos súper bien, sobre todo Celia que como sabía que íbamos a ver a la patrulla canina, cogió su disfraz de patrulla canina y en el circo se disfrazó nos hicimos fotos con ella,  estuvo fenomenal.



 

Ya cuando terminó la función, fuimos a recoger a Pau, mi hijo mayor y nos fuimos a cenar al hospital con mi mujer.
La verdad es que fue una noche muy diferente a la de otros años, una mezcla de sentimientos, una noche que jamás olvidaremos...
Bueno aunque nosotros somos católicos, siempre en mi familia nos hemos regalado algo en Papá Noel y como esa noche no íbamos a estar en casa, cuando escribimos la carta, le dijimos que nos trajera los regalos al hospital, para que pudiéramos abrirlos con su madre, así que ya sabes lo que tocaba?,  cenita y rapidito a casa a dormir para madrugar para ir a por los regalos.
Pues no iba ser así...

Esa noche mi mujer se sentía molesta, tenía bastante dolor así que, después de cenar, llamamos a la enfermera y se lo comunicamos dijo que iban a llamar a ginecólogo de guardia y que la iba a ver. Nos bajamos a urgencias el  ginecólogo de guardia le  dijo que tenía un poquito de contracciones pero no estaba de parto pero que iba llamar a su ginecóloga.
Vino su ginecóloga y le dijo que podría esperar a la mañana siguiente y le haría una cesárea. 
Hablando con el ginecólogo de guardia,  nos dijo que los gemelos eran así que si decía de venir,venían de golpe pero bueno, que de momento no estamos de parto que esperáramos a ver...
Cuando volvimos a la habitación ya estaban mis cuñados y mis suegros. 
MI mujer me dijo que ya se quedaría su hermana esa noche con ella a dormir y así  lo que hicimos me fui a casa me metí en la cama con mis hijos y apenas llevaba 20 minutos en la cama me llamo corriendo que estaba de parto.
También corriendo a mi cuñado para que se quedara con los mayores  y me fui corriendo al hospital.

Al llegar al hospital, llegué a la vez que el Dr. I me dijo, bueno vamos a ver... ya están aquí...vamos a ver que pasa.
Bueno, como sabéis el hospital La Salud es un hospital católico y en todas las plantas montan por Navidades un belén al que le falta el niño Jesús, que se le suele poner el día 25 de madrugada, pues recuerdo que cuando íbamos para el quirófano, ver el belén a oscuras y sin el niño Jesús...

Mi mujer tenía mucho dolor ya no podía más, quería que le pusieran la epidural, la niña no estaba encajada por lo que había que hacer una cesárea, la epidural no se la podían poner porque le pinchaban heparina y no habían pasado 24 horas desde que se la pusieron, por lo que sería una anestesia general.


Empezaron a venir todos los familiares mis padres mis suegros mi hermano y mi cuñada.
Los nervios me comían por dentro y el miedo me paralizaba, no hacía nada más que pensar en Matías, no lo quiero ver, no quiero verlo muerto y tenía mucho miedo.
Vinieron los ginecólogos del equipo la doctora E. y Doctor I. me dijeron que me esperara al lado de los ascensores, en una silla que había en la puerta de quirófano ya que como era una cesárea complicada y encima seguramente Matías estaría muerto, por lo tanto no me dejaron entrar.
Me quedé en la puerta de los ascensores, a veces venía mi cuñada, mi hermano también vino, mi madre, mi suegra y algunos amigos.

No podía más, quería que todo acabara, deseaba que pasara lo más rápido posible ese momento.
Salió del ascensor una doctora que era la pediatra, con el celador y bajaba la incubadora, entraron en quirófano, se me acercó el celador y me dijo que si podía mantener la puerta del ascensor abierta, para ir lo más rápido posible, y después de un rato salieron con un bebé dándole oxígeno, era chico, era Matías. Eran las 2:32 a.m.
Estaban intentando mantenerlo con vida.

Ya lo había visto y estaba vivo.


Enseguida volvieron a bajar con otra incubadora e instantes después salieron con María, también estaban dándole  oxígeno. Eran las 2:36 a.m.
Yo me empecé asustar, porque llegué a pensar que perdía a los dos, al verlos en una situación similar.
La pediatra me dijo que en cuanto estuviese mi mujer en la habitación que fuese a la UCI.
Ya con Matías y María en manos de la pediatra, sólo me quedaba ver a mi mujer, estuve esperando bastante rato y ya salieron los dos ginecólogos.
Me dijo que había  sido una cesárea muy complicad, que mi mujer había perdido mucha sangre.
Yo pregunté si estaba bien y me dijeron que si y que en breve podría ir a la sala para estar con ella.
Les pregunté también por los nenes y dijeron que con vida los habían sacado, pero al llevárselos tan rápido a UCI y con lo complicado de la cesárea, más no me podían decir.
Me fui con mi mujer que ya se estaba despertando. Nos volvieron a subir a la habitación, que estaba toda la familia esperándonos, les dijimos que se fueran a casa y que descansaran, que seguramente mañana sería un día muy duro.

Os acordáis que al principio de la historia, cuando decidimos tener el cuatro hijo, las cuentas del día de nacimiento era el 25 de diciembre?
Pues eso, que tenía que ser ese día y no querían ser falleros. Aunque todos somos muy falleros.

Buen se fueron todos menos mi cuñada, mi hermano y una amiga de mi mujer.
Ya los 5 en la habitación, me fui a la UCI a ver que me contaban y mi hermano se vino conmigo, mi mujer no quería que yo bajase solo.
Llamé a la puerta de la UCI, me abrió una enfermera, M.C, le dije que era el papá de Matías y María, se lo dijo a la doctora y le dijo que todavía no estaba claro, que me fuese a la habitación y que ya me avisarían ellos.
Os lo podéis imaginar... pensando en lo peor... nos fuimos a la habitación otra vez a esperar la llamada.
Cuando salí del ascensor, una luz me hizo desviar la mirada hacia el belén de la sala, pero tenía tanto miedo que me fui corriendo a la habitación por si sonaba el teléfono.
Nos metimos en la habitación
y el tiempo no pasaba, yo ya no sabía si llevábamos esperando 5 minutos o 5 horas, la cuestión es que se mi estaba haciendo eterno.
Y de repente...
Suena el teléfono y me dice que ya podía ir a la UCI.
Las piernas me temblaban el corazón me iba a mil por hora y allí que fuimos mi hermano y yo. Llamé a la puerta y sólo me dejaron entrar a mí.
Todo me daba miedo, me acerqué a las incubadoras y se me acercó una doctora con una sonrisa de oreja a oreja y me dijo que era da Dra. T.  y que los nenes muy bien.
Yo pensé: muy bien?, se habrá confundido y no sabrá que soy el papá de Matías y María y que Matías se va a morir.
Miré a un lado y al otro para asegurarme que hablaba conmigo y le dije.
  - Matías como está?
  - Matías mejor que la hermana.
  - Cómo?
  - A Matías no le ha hecho falta oxígeno.
  - Entonces, no se va a morir?
  - A ver la primeras 48 horas son muy importantes, pero de momento todo bien.

No tenía palabras, estaba en una nube.
Salí de la UCI y estaba mi hermano esperando fuera y le dije que estaba alucinando, que los nenes estaban bien y que Matías el mejor.
Nos fuimos a la habitación, y otra vez al salir del ascensor volví a ver esa luz que iluminaba el belén, me fijé cuanto apenas y corriendo a la habitación a contarle lo de los bebés a mi mujer.
Se lo dije y no se lo creía, pesaba que la estaba engañando para que no estuviera mal y le dije que bajase ella en cuanto pudiese y lo vería.
Pero ella no quería bajar, no quería ver a Matías por si luego se moría, prefería no verlo.

Bueno, yo le dije a mi mujer que me iba a casa para descansar un poco y recoger a los nenes para volver al hospital a ver qué regalitos nos había  dejado Papá Noé.
Mi hermano y Eva la amiga de mi mujer, también se fueron y se quedó con ella mi cuñada Sandra.

Pues lo que parecía que iba a ser la peor Navidad de mi vida, empezaron a ser la mejores de mi vida.

YA SABÉIS DAELE A SEGUIR A VER SI PODEMOS SER 100 SEGUIDORES ANTES DE QUE TERMINE EL AÑO.

Y HOY MÁS QUE NUNCA OS PIDO QUE TODOS LOS QUE LO LEÉIS LO COMPARTÁIS, PARA QUE MUCHA GENTE RECE POR JOSÉ MARÍA.



Y SIENTO EL RETRASO ENTRE UNA ENTRADA Y OTRA, PERO YA LO ENTENDERÉIS MÁS ADELANTE.
QUE TODO TIENE SU EXPLICACION.

MUCHAS GRACIAS Y HASTA LA PRÓXIMA.